Páginas

Buscar este blog

Archivo Cronológico

Con la tecnología de Blogger.

Etiquetas

Denunciar abuso

Entradas populares

Datos personales

pages

Sistema español de apoyo financiero oficial a la internacionalización de la empresa

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

miércoles, 30 de junio de 2010

Carta de Europa: Crece el nacionalismo, un nuevo problema en la UE

Lo sucedido en las elecciones legislativas de Bélgica y Holanda y en las regionales de Alemania es representativo de la división en la UE. Un norte productivo y austero mira con recelo a un sur débil.

Las elecciones legislativas del 6 de mayo en Reino Unido tuvieron un resultado no por esperado menos anómalo en la tradición política británica. Por primera vez desde 1974 ningún partido alcanzó la mayoría absoluta de escaños en la Cámara de los Comunes. El ascenso del Partido Liberal-Demócrata (LibDem), aunque más limitado de lo previsto (57 escaños), y el relativo aguante del Partido Laborista (258), dejaron a los tories (Partido Conservador) con 306 asientos, a 19 de la mayoría. El líder conservador, David Cameron, fue elegido primer ministro tras haber llegado a un acuerdo de coalición con los LibDem, cuyo jefe, Nick Clegg, pasa a ser viceprimer ministro –un puesto cuyas competencias están por determinar– mientras los tories se reservan las carteras importantes, como Exteriores y Finanzas.

En Alemania, están acostumbrados a los gobiernos de coalición, de hecho solo ha habido dos gobiernos monocolores desde la fundación de la República Federal, aunque hace dos décadas jugaban con tres partidos y ahora con cinco. No obstante, la coalición actual formada por los partidos hermanos Unión Cristiano-demócrata (CDU) y Unión Social-cristiana (CSU) con los liberales está pasando por momentos difíciles. La derrota de la coalición en Renania del Norte-Westfalia en las elecciones regionales del 9 de mayo, tiene como consecuencia la pérdida de la mayoría en el Bundesrat (Cámara Alta), y con ella se evapora la posibilidad de cumplir la promesa electoral –sobre todo de los liberales– de bajar impuestos. Algo que de todas formas la situación actual no permitiría en los próximos dos años.

En Bélgica, la victoria, en las elecciones legislativas del 12 de junio, de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), partido separatista moderado que aboga por la independencia consensuada de Flandes parece agravar aún más la recurrente crisis nacional belga, que acabó en abril con el anterior gobierno, por el asunto de las minorías francófonas en Halle-Vilvoorde. Cada vez están más distanciados los valones francófonos y los flamencos neerlandófonos, las dos principales comunidades lingüísticas (la tercera es la muy minoritaria de lengua alemana) que en realidad no han dejado de tener problemas prácticamente desde el nacimiento de Bélgica, en 1830.

José Enrique de Ayala - Política Exterior Nº136 - julio/agosto 2010 
General de Brigada en la reserva del Ejército de Tierra. Fue jefe de Estado Mayor del Eurocuerpo entre 2001 y 2003.

domingo, 27 de junio de 2010

Estadística mundial en tiempo real


Hoy un amigo me ha enviado un link - World Statistics updated in real time - en el que encontramos información actual y hago hincapié en lo de "actual", puesto que vemos casi en tiempo real la cifra, quizá,  un tanto macabra de los fallecimientos de personas desde el uno de enero hasta hoy.  También hay estadísticas y cifras en el capítulo de sociedad, gobierno, medio ambiente, salud y alimentos, todo ello a nivel mundial.
Desconozco la fuente para redactar estas estadísticas, en cualqueir caso no deja de ser algo curioso.
Estadística: Rama de la matemática que utiliza grandes conjuntos de datos numéricos para obtener inferencias basadas en el cálculo de probabilidades. DRAE.



viernes, 25 de junio de 2010

La Diplomacia de la Hamburguesa


En anteriores posts de este blog le he dedicado especial atención a los encuentros diplomáticos o de "Estado" de dirigentes o representantes de países en recintos formales o no, dichos encuentros permiten limar asperezas y dejar el camino expedito para una negociación o simplemente mejorar las relaciones entre dos o más naciones.

Íñigo de guerraeterna.com cita en su blog el último encuentro de estas características.

El presidente Obama ha llevado a Medvedev a un restaurante de hamburguesas en Arlington, Virginia. La cosa iba de comer porque EEUU ha conseguido que Rusia levante la prohibición de importar carne de pollo norteamericana. Todo sea por la comida sana y equilibrada.

En el apartado irónico, hay que apuntar que Medvedev eligió Coca-Cola para acompañar. Ya no hay que guardar las formas.

La visita permitirá que se hagan unos cuantos chistes porque Obama ha comentado que el presidente ruso visitó la sede de "Twitters". Será que hay más de uno.

Diplomacia, ¿una cuestión de la comida o del vestir?
El Menú Como Incidente Diplomático
Diplomacia, una cuestión de estómago

jueves, 24 de junio de 2010

What would you say...


http://www.un.org/wcm/content/site/citizenambassadors/

Guinea-Conakry: fin a 50 años de dictadura


Tras un dramático año 2009 de gobierno militar, Guinea Conakry está dando un giro importante: las elecciones presidenciales, previstas para el 27 de junio, con una segunda vuelta el 11 de julio (si fuera necesario), se celebrarán casi con total seguridad. Sin candidato militar, Guinea está a punto de entrar en una nueva era, poniendo fin a más de 50 años de dictadura. En las calles de Conakry, el sentimiento es una mezcla de euforia e incredulidad: “¿Podemos realmente conseguirlo?”
El cambio ha llegado desde todos los sectores. El 3 de diciembre, tras el intento de asesinato del líder de la junta militar, el capitán Moussa Dadis Camara, se establecieron un gobierno y un Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo. Dentro de este nuevo orden, algunos intentaron ralentizar la marcha de las elecciones con el deseo de conseguir un proceso electoral perfecto, otros para sacarle partido a corto plazo a este periodo transitorio; sin embargo, todos han sido marginados. La población está inmersa en un movimiento hacia la democracia, deseosa de pasar página al “Estado de excepción” impuesto por los tres dictadores que ocuparon la presidencia del país desde su independencia de Francia en 1958: Sekou Touré, Lansana Conté y Dadis Camara. Un claro ejemplo son todas aquellas personas dedicadas a hacer llegar las urnas hasta los pueblos más recónditos. Su trabajo es la prueba significativa de que el mayor escollo para la democracia electoral en África Occidental es la voluntad política y no los problemas técnicos.


El nuevo presidente interino, el general Sékouba Konaté, ha desempeñado un papel de vital importancia: ha enviado mensajes muy claros a las tropas de que el mandato militar debe acabar y de que el ejército tiene que volver a ganarse el respeto nacional e internacional, además de asegurar su neutralidad en el proceso electoral. Ha reestructurado los altos rangos del ejército para apartar a los violentos secuaces de Dadis Camara y no ha tolerado retraso alguno en el proceso de transición. Konaté, antiguo miembro clave de la junta militar, cambió de actitud, seguramente tras la masacre del 28 de septiembre de 2009, con el posterior aislamiento internacional y el intento de asesinato de Dadis Camara. La presión internacional ha sido clave.
Con una población cansada de la inestabilidad y un presidente interino que no es candidato, las próximas elecciones recuerdan a las de Liberia, que llevaron al poder a Ellen Johnson Sirleaf en 2005. Existen ciertos riesgos, como que los candidatos no acepten los resultados de un proceso imperfecto. No obstante, estamos ante una buena oportunidad para lograr una mínima credibilidad y para que un civil se convierta en presidente a partir de mediados de julio, siempre y cuando el ejército cumpla los requisitos exigidos.
Pero esto solo es el principio. En Liberia, 15.000 miembros de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas salvaguardaron la transición a la democracia. Cuando Johnson Sirleaf llegó al poder, transfirió la reforma del ejército a Estados Unidos, mientras la ONU se ocupaba de la reforma del cuerpo de policía. Algo parecido sucedió en Sierra Leona, otro de los vecinos de Guinea Conakry, donde fuerzas de la ONU y la presencia británica contribuyeron a poner el país de nuevo en el buen camino, después de 10 años de guerra civil. Aunque imperfecta, la reforma del sector de la seguridad bajo el fuerte liderazgo internacional, ha significado un verdadero progreso para cada uno de estos países.
En Guinea, la tensión poselectoral no tendrá ese colchón de seguridad y las elecciones legislativas, programadas para finales de año, conllevarán sus propios riesgos de inestabilidad local. Será de vital importancia lanzar los mensajes adecuados al nuevo presidente, quien, en un momento tan frágil, debe evitar cualquier atisbo de parcialidad hacia su comunidad. Pero la tarea más importante a medio y largo plazo para la comunidad internacional es ayudar a reformar el ejército: reduciendo el número de militares de 45.000 estimados en la actualidad a una cifra que el país se pueda permitir, examinando a fondo los procesos de reclutamiento y entrenamiento, y lidiando con aquellos militares llegados con Dadis Camara en el poder que no tienen sitio en el ejército y a quienes hay que insertar de nuevo en la sociedad.
La ayuda a Guinea para reformar su ejército no ha escaseado en las últimas décadas, pero los esfuerzos internacionales han sido siempre a corto plazo y fragmentados. Los americanos entrenaron el batallón de los Rangers, formado en 2001 para hacer frente a Charles Taylor, entonces presidente de Liberia, y dividido posteriormente, con algunas de sus unidades absorbidas por la guardia presidencial y después por la junta militar. Otras unidades del ejército han sido entrenadas en países como China, Marruecos, Francia y EE UU, países lejanos entre sí geográficamente y también en cuanto a sus prácticas militares. Toda esta fragmentación, que puede crear división y rivalidad interna, debe evitarse en la actualidad. Es de esperar que la Ceeao (Comunidad Económica de Estados de África Occidental y también conocida como Ecowas, por sus siglas en inglés) coordine el esfuerzo internacional.  Sin embargo, la financiación para el entrenamiento y para una cuestión tan importante como las pensiones de los militares, provendrá probablemente de distintas fuentes, por lo que será necesaria la utilización de un fondo fiduciario o de un mecanismo similar que reúna todo el esfuerzo internacional.
Por encima de todo, es necesario que este esfuerzo sea a largo plazo. La reforma del caótico ejército guineano no se hará de un día para otro y no será barata. Las medidas a medias tienen el riesgo de generar un ejército que pueda echar por tierra todos los logros obtenidos para una democracia. Llevará tiempo crear una cultura de reclutamiento profesional y de respeto por las leyes civiles. A pesar del precio, un ejército más profesional y más reducido supondrá una victoria para Guinea Conakry y todos sus países vecinos.


Mohamed Jalloh (analista en el International Crisis Group).

miércoles, 16 de junio de 2010

Fin de la guerra de las Malvinas... hace 28 años


A las 23:15 horas del 14 de junio de 1982, Margaret Thatcher comparecía ante la Cámara de los Comunes para informar a los diputados del repentino desenlace: el general Menéndez se había rendido y la Guerra de las Malvinas había, por fin, acabado.

La intervención de la «dama de hierro» en el Parlamento ingles fue retrasmitida por radio y televisión interrumpiendo los programas habituales, «mientras las baterías del general Moore apuntaban certeramente sobre el cuartel general del jefe de las tropas sitiadas», comentaba el corresponsal de ABC en Londres.
La Junta Militar argentina estaba obligada a aceptar las durísimas condiciones de Londres si no quería provocar una nueva masacre. «Londres, insiste ahora, no desea más muertes y Buenos Aires no quiere sacrificar más vidas».

Más de 900 muertos

En los poco más de dos meses que había durado la guerra, habían muerto ya 655 argentinos por 255 británicos, y el crédito del general Leopoldo Galtieri, el presidente de Argentina que, en el marco de la «Operación Rosario», había decidido declarar la guerra a Gran Bretañapor la soberanía de las islas para desviar el fuerte descontento popular por la situación política y económica del país, estaba por los suelos.

Los corresponsales ingleses describían escenas de pavor, desconcierto y confusión extremas. La destrucción del crucero argentino «Belgrano», donde murieron de un golpe cerca de 200 personas, y después la del destructor británico «Sheffield», donde fallecieron 30, puso de manifiesto que aquella guerra fue un pequeño «campo de pruebas para la industria militar».
La opinión pública internacional quedó aturdida por la noticia de que un único misil borrara de un plumazo un navío tan sofisticado como el «Sheffield».
Galtieri, tercer presidente de facto de la Junta tras destituir al general Viola «por la situación del país», vivió durante su gestión la peor depresión económica de los gobiernos militares. Y no se le ocurrió otra cosa, para desviar la atención de la población, que embarcar a su país en una guerra contra una de las principales potencias militares del mundo.

Thatcher, reelegida por la guerra
Margaret Thatcher salía triunfal de una guerra que le ayudó lograr su reelección en 1983. Vítores y todo tipo de exclamaciones de júbilo se sucedieron en el Parlamento inglés cuando la primera ministra anunció el fin del conflicto. Fue felicitada incluso por el mismo líder de la oposición: «La noticia –dijo Michael Foot– es buena para todos: ha puesto punto final al derramamiento de sangre».

Galtieri, sin embargo, tuvo que abandonar su cargo tras el estrepitoso fracaso militar, y en 1984, poco después de instaurada la democracia, fue condenado a 12 años de prisión por su «impericia y negligencia en la conducción de la Guerra de la Malvinas».
Después de 149 años de reclamaciones inútiles, de muchos gobiernos, democráticos unos, autoritarios otros, Argentina decidía recuperar por la fuerza un territorio que le había pertenecido hasta 1833. Aquello le salió muy caro.
«Vamos a recuperarla volviendo a poner de pie a nuestro país, reinsertando a la Argentina en la economía mundial y cumpliendo nuestros compromisos, pero también exigiendo que se cumplan los pactos internacionales», dijo en 2002 el entonces presidente argentino, Eduardo Duhalde. Las islas siguen siendo británicas.

ABC